Antes de solicitar un financiamiento, es importante conocer las diferentes categorías de préstamos bancarios en España. Es una manera inteligente de poder evaluar los diferentes productos y establecer cuál es el más adecuado, según tus requerimientos.
Cada compromiso financiero tiene diferentes aspectos, que deberán cumplirse según la modalidad elegida. No todas las personas acceden a los mismos préstamos, por eso, lo mejor es definir las necesidades de cada caso y elegir el que más se adapte en cuanto a su uso, plazo y requisitos.
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¿Cuáles son las categorías de préstamos bancarios usados en España?
Existen muchísimos tipos de créditos bancarios. Sin embargo, se engloban en las siguientes categorías
Préstamos personales
Estos se destinan a financiar todas las necesidades de los clientes y que se presenten inesperadamente. La mayoría de las veces las cantidades otorgadas en este préstamo son bajas. Dentro de su categoría se encuentran los créditos de consumo, los de estudio y los inmediatos.
Con relación a los de consumo, son los que se usan para el financiamiento del tipo duradero. Los inmediatos o rápidos, son los que necesitan en momentos de dificultad y en donde el tiempo es bastante limitado.
Por último el de estudio, como lo indica su nombre está pensado para cubrir gastos académicos. Como por ejemplo, postgrados, viajes universitarios o matriculas de grado.
Hoy en día, la mayoría de los bancos utilizan los simuladores de préstamos online. Con los cuales, podrás determinar cuál es el tipo de crédito que se adapta a tus necesidades.
Préstamos hipotecarios y de negocios
Este tipo de préstamos bancarios son los que se destinan para la compra de una casa. Sin embargo, en ocasiones también se otorga para la puesta en marcha de algún negocio empresarial. Las cantidades de dinero que se consiguen con este préstamo son bastante elevadas. Por esto, las entidades casi siempre solicitan algún aval o garantía antes de aprobar la solicitud.
Un escenario frecuentemente sucede cuando el cliente no cumple con el compromiso de pagar. En este sentido, el banco procederá a colocar en venta el inmueble hipotecado para poder cobrarse su deuda. Ya que con esto, la institución también se convierte en dueña de la propiedad en cuestión.
Con garantía o sin garantía
Los préstamos bancarios en España también se diferencian con relación a si cuentan con aval o no. Tener un avalista al pedir un crédito bancario, es la mejor manera de garantizar que cumplirá con sus obligaciones.
Aunque algunas entidades actualmente no lo consideran necesario, el tener un aval genera mayor confianza. Debido a que, tendrán la seguridad de que alguien asumirá la deuda y no se convertirá en una pérdida para el banco.
Esta persona tendrá que declarar que asume el compromiso de pagar en caso de que el titular deje de hacerlo. No solamente se hará cargo del capital, también tendrá que asumir los intereses que se generen en el proceso. Pero no todo es tan sencillo, para que pueda convertirse en avalista tendrá que cumplir con los siguientes parámetros:
Mayoría de edad
Tradicionalmente, es considerada como una exigencia que no podrá eludirse para la aprobación.
Solvencia
Todo individuo que sea colocado como aval tendrá que comprobar que sus ingresos o bienes pueden responder por el financiamiento solicitado.
Ingresos seguros
Aparte de ser un cliente solvente, dicha persona también tiene que contar con ingresos fijos todos los meses. Esto será determinante para que pueda ser elegido como avalista y pueda responder en caso de morosidad del titular.
Propiedades sin carga
Si se tratan de préstamos hipotecarios, este sería uno de los requisitos primordiales, porque si avalista no puede cumplir con sus ingresos lo podrá hacer con alguna propiedad a su nombre.
¿Cómo conseguir préstamos bancarios en España?
Cada entidad puede establecer diferentes condiciones, al momento de otorgar préstamos bancarios en España. Todo va a depender de los riesgos que esté dispuesta a tomar dicha entidad financiera. Así como también, tendrán en cuenta la finalidad, cantidad y el tipo de cliente.
Por ende, para poder optar por alguno de estos créditos, tienes que cumplir con los siguientes parámetros.
Persona jurídica o física
Cuando este sea el caso, y no tienes historial crediticio, la entidad tendrá que solicitar algunos documentos que le permitirán garantizar que recuperarán su dinero. Por ello, los requisitos que casi todos los entes bancarios piden en este particular son:
- Declaración de renta.
- DNI del solicitante o los solicitantes.
- Plan de negocios.
- Documentación del avalista, como nómina o nota simple de los inmuebles o bienes que posea.
Constitución de empresas
Al tratarse de una compañía recién conformada, el banco pedirá como requisito lo siguiente:
- CIF empresarial.
- DNI del responsable de la organización.
- Declaración de renta.
- Acta constitutiva de la sociedad, si ha tenido algunas modificaciones también deberán incorporarse.
- Recibos de nómina o comprobantes de ingreso de los solicitantes.
- Documentos relacionados con el avalista del crédito, como por ejemplo, registros de sus bienes e inmuebles o recibos de nómina. Si los inmuebles ya han sido tomados en garantía anteriormente tendrá que indicarlo.
- Mencionar detalladamente los recursos propios con los que cuenta la compañía.
Organización ya establecida
Para el caso en que los préstamos bancarios en España sean solicitados por empresas con tiempo en el mercado, es necesario saber que la mayoría de las instituciones financieras confían en las compañías que tienen relaciones comerciales con ellos.
Cuando se cumple con este factor, lo primero que buscan es analizar el histórico de todos sus movimientos bancarios. Lo cual, en ocasiones pudiese resultar en algo tanto positivo como negativo para la organización. Debido a que, la entidad comprobará la liquidez y productos financieros adquiridos.
Aparte de los requisitos de las solicitudes anteriormente nombradas, puede que también requieran de otros documentos que permitan al ente financiero evaluar la capacidad de pago y determinar si la empresa se encuentra en condiciones estables para asumir compromisos.
- Declaraciones de IRPF de años anteriores o los de curso.
- Declaración al Impuesto de las sociedades en periodos anteriores.
- Detalle de las pérdidas, balance general y dividendos del año anterior.
- Comprobación de la presentación de IVA del año en curso y el anterior.