La tasa de interés nominal es un porcentaje financiero. Su propósito es determinar la rentabilidad de un servicio. Funciona como un diagnóstico del rendimiento económico que generaría un capital inicial durante el plazo establecido. Este interés emplea datos, respecto a los ciclos económicos e inflación para valorar un dinero en el futuro.
A continuación te explicaremos más sobre su cálculo, sus aplicaciones, datos usados, diferencias, y los detalles de esta tasa de interés.
Contenido
¿Qué es el interés nominal?
El interés nominal (TIN) es una expresión porcentual empleada por las entidades bancarias para determinar la rentabilidad de un producto financiero. De acuerdo con el servicio, ambas partes (prestamista y prestatario) conocerán cuál será el valor del TIN.
Se trata del coste de oportunidad que la entidad financiera o el cliente obtendrán al culminar el plazo fijado. En un depósito, el interés nominal precisa la rentabilidad de mantener un dinero guardado. Por otro lado, es el interés que un banco recibirá con la entrega de un préstamo.
Este beneficio financiero se suma con el capital principal. Las comisiones o cualquier gasto extra no son incluidas en el interés.
Para comprender mejor, supongamos que un cliente necesita depositar una cantidad de 2.000,000 euros. El plazo será de 6 meses y la tasa nominal es establecida con el 5%.
Realizando un pequeño ejercicio matemático, se puede conocer que la tasa será de 100,000 euros. En efecto, 2,100,000 euros significaría la cantidad total que el cliente generaría como ganancia del servicio prestado.
¿Qué datos utiliza?
Para conocer la tasa de interés nominal, se necesita de ciertos factores informativos. De hecho, al requerir de un servicio financiero, las entidades bancarias especifican cada particularidad en el contrato.
Analizando los ciclos económicos, las entidades determinan un porcentaje que también contenga un interés real y una tasa de inflación.
Interés real
La tasa de interés real expresa el rendimiento de un capital, ya sea de un depósito o un préstamo financiero. Por eso, es la diferencia entre la tasa nominal y la inflación.
La importancia del interés real radica en el valor crediticio o ahorro a largo plazo. Si bien es cierto, el dinero tiende a devaluarse constantemente.
Por ejemplo, una cantidad de dinero depositada en un plazo de 3 años, pierde valor monetario. De ahí, que el interés real conceda un poco más y permita un rendimiento favorable.
Este interés puede aplicarse en las siguientes operaciones financieras:
- Inversiones: aquí refleja el nivel de rendimiento de un determinado dinero. Concede una información ampliada sobre si el beneficio será mayor que la inversión deseada.
- Préstamos o créditos: indica el costo por interés que una entidad bancaria exigirá por la prestación del servicio.
La fórmula del interés real es:
r= i -π
- r: tipo de interés real.
- i: tipo de interés nominal.
Tasa de inflación
Es un coeficiente que estudia las variaciones de los precios en un lugar determinado. Así pues, informa cuánto ha sido el incremento de cualquier bien o servicio para mostrar si existe una inflación.
La tasa de inflación en los préstamos bancarios, es calculada mensualmente con datos de años anteriores. Es una comparación, con el objetivo de que la entidad bancaria no pierda dinero. Asimismo, en los depósitos bancarios asegura que siempre una exista una buena rentabilidad sin perdidas de dinero.
Por su parte, los bancos centrales aplican nuevas políticas financieras, conociendo el porcentaje de la inflación. De ahí que cuando los precios son elevados, el banco decida equilibrar los intereses, aumentado de forma razonable.
¿Cómo calcular la tasa nominal?
La tasa de interés nominal consta de una fórmula simple. Sin embargo, existe la del valor futuro que expresa el monto total, es decir, capital más los intereses. Así pues:
VF=VP(1+n*i)
VF (Valor futuro): Suma de todos los intereses
VP (Valor presente): Valor inicial de la operación
n: Número de años requeridos y establecidos para la determinada inversión financiera
i: Tipo de interés empleado
Luego de desarrollar la fórmula anterior, se procede con otra fórmula que específica el monto del interés generado:
I=VP(n*i)
Ejemplo con la fórmula del valor futuro
Pedro dispone de un capital de 500.000 euros que desea depositar en una entidad bancaria. Esta le ofrece una rentabilidad con una tasa de interés nominal del 5%. Además, el plazo es de 6 años.
VF=500.000(1+6*0.05)=650.000 euros
Calcula con la segunda fórmula obtenemos que el interés nominal sería de:
I=500.000(6*0.05)=150.000 euros
Diferencia entre un interés efectivo y otro nominal
La tasa de interés efectiva es utilizada después de la capitalización, generando un interés compuesto. Generalmente, ocurre cuando los intereses de un préstamo o depósito son obviados.
Se explica que una tasa efectiva tiende a ser periódica y al mismo tiempo nominal. La diferencia es que esta última, se aplica en la primera inversión donde ocurre un interés simple.
¿Cómo convertir una tasa de interés efectiva a nominal?
Para ilustrar el cálculo de la tasa efectiva, primeramente señalaremos la fórmula:
Interés efectivo anual=(1+EA)360 días-1
Ahora, supongamos un ejemplo donde se necesita convertir el 5% anual efectivo a mes vencido.
Interés efectivo anual=(1+0.05)360 días-1
Interés efectivo anual=0,00407
Interés efectivo anual=0,4% Mensual vencido
Al obtener la tasa periódica, es posible convertirla a la tasa nominal. Como se observa en el ejemplo, esta tasa es mensual, por lo tanto, se procede a multiplicar por 12, para concluir con el siguiente resultado:
Tasa nominal anual = interés periódico vencido* cantidad de periodos en el año
Tasa nominal anual= 0,00407*12=0,048 mes vencido
Tasa nominal anual= 4,8% mes vencido.
¿Qué tan importante son los intereses?
La inflación es uno de los temas más analizados por las entidades bancarias. Sin duda, un índice monetario bajo incide en las decisiones de un banco central en cuanto a los tipos de interés. Buscando una mejor rentabilidad, aplican nuevas tasas de interés y además, otras políticas en la otorgación de un préstamo.
Se trata de una herramienta que afecta el comportamiento de los préstamos. En ese sentido, afecta la demanda y el valor del financiamiento. Como resultado, a mayor tasa de interés, el valor del préstamo será más alto.